El suicidio se puede evitar


Hace unos días hablábamos de Darwin y la lucha por la supervivencia. Hoy vamos a hablar de algo que podríamos considerar todo lo contrario: el suicidio.

Primero, tenemos que entender que por suicidio hablamos de una muerte autoinfligida de forma deliberada y conciente. Es cierto que en el resto del reino animal existen muertes autoinfligidas, como en el caso de los famosos lemmings; pero nunca conlleva el compomente reflexivo o conciente del suicidio humano.

En el mundo se produce un millón de suicidios al año. Por cada mujer que se suicida lo hacen cuatro hombres, sin embargo, por cada hombre que se suicida lo intentan cuatro mujeres. Éstas cifras se invierten en países asiáticos y, en líneas generales, por cada suicidio consumado existen 20 intentos. Al contrario de lo que las teleseries nos hacen creer, el suicidio no es un fenómeno adolescente, su mayor incidencia se da entre los mayores de 65 años.

Y por desgracia, desde el siglo XIX que empiezan a tomarse mediciones, la tasa de suicidio es tremendamente constante.

Lo segundo que hay que tener en cuenta al hablar del suicidio es que se trata de una enfermedad; y por lo tanto se puede prevenir y curar. El suicidio se puede evitar.

El suicidio se considera un trastorno psiquiátrico y existen tres causas que se encuentran de forma reiterativa en estos enfermos: algún dolor físico crónico, un momento de crisis vital o aislamiento social.  Por supuesto, también influye la genética, al rededor del 40% de los suicidas tienen algún problema con los genes que codifican el neurotransmisor serotonina.

Es importante saber que nadie se suicida en un día, sino que existe un proceso de aprendizaje. Este puede ser únicamente mental, pensando acerca del suicidio y la mejor manera de llevarlo a cabo; o puede llevar a que el enfermo haga cosas que no lo matarán, pero que le irán enseñando acerca del dolor y de las posibles complicaciones que le pueden surgir. Normalmente, quien se suicida lleva meses, incluso años, dándole vueltas a la posibilidad del suicidio.

Por último, hay que entender que acerca del suicidio existe un gran tabú. Se piensa que hablar de suicidio induce a la gente a suicidarse. Esto es totalmente falso. Eliminar este tabú es una de las mejores formas de prevención; es decir, si en algún momento se tienen ideas suicidas no es algo que se deba esconder y por lo que sentirse culpable, más bien todo lo contrario, debemos reconocer que hemos tenido estos pensamientos y buscar ayuda profesional.

Podéis encontrar toda esta información en el blog de Redes para la ciencia

8 pensamientos en “El suicidio se puede evitar

  1. Interesante entrada, sin embargo, es muy fácil comprobar que hay mucha gente que sigue sin pensar en el suicidio como una enfermedad. Al fin y al cabo, ¿no se considera enfermedad a trastornos como la bulimia o la anorexia? La anorexia y la bulimia se tratan en hospitales especializados y se toman muy en serio. Pues prácticamente esas enfermedades son tipos de suicidio indirectos, así que un suicidio directo debería ser tratado todavía más fuertemente.

    Es interesante lo que dices de «su mayor incidencia se da entre los mayores de 65 años». Creo que el motivo es claro: se sienten como una carga, creen que solo están para molestar y tienen cierto «cansancio de vivir».

    Es necesario que esto se trate bien, pero no sólo en gente que ya quiere suicidarse, sino también antes de que aparezcan estos sentimientos (a modo de campañas y todo eso). Como bien dices, no debe ser un tema tabú, hay que conocer para prevenir.

    Bueno, ¡un saludo de un compañero de genciencia!

  2. Cendero me alegro de verte por aquí. Un autentico placer. Perdona que no te haya respondido antes, es que he andado muy liado.

    Tienes mucha razón con el tema de la bulimia y la anorexia. No me había parado a pensarlo, pero son dos problemas conductuales que se tratan con mucho menos tabú que el suicidio.

  3. hola: me gustaría comentar que la anorexia, la bulimia y,sobre todo, el suicidio, son un producto de este sistema que rige nuestra sociedad, existen personas-tipo: guapos, gordos, ricos, pobres, delgados…todos fruto de la imaginación humana (y de alguna multinacional que otra)y el que no encaja a veces no tiene otra que abandonar este mundo rigorista y cerrado. Hay que ser prácticos el mundo es un lugar maravilloso lo que lo estropea es la especie humana.

    un saludo de una compañera de Arte

  4. Hola Rosario, un placer verte aquí.

    Es cierto que la exclusión social es un factor de riesgo, pero también es cierto que no solamente personas que «no encajan» se suicidan.

    Te digo esto porque muchas, en relación al suicidio, está el pensamiento de «es culpa de». Pero lo importante de considerarlo una enfermedad es que dejamos de lado el buscar culpables y nos centramos en buscar soluciones para la persona enferma, soluciones que no siempre tienen por qué pasar por encajar a la persona a estereotipos sociales.

    Muchas gracias por pasarte a comentar y espero verte mucho.

  5. Hola, acabo de ver el comentario que dejaste en mi blog hace tiempo y que me remitía a esta entrada, y me ha parecido todo muy interesante.

    Lo cual no impide que esté en desacuerdo, lo siento. La valoración que la psiquiatría hace del suicidio me parece que tiene una base totalmente religiosa.

    Es el mismo principio: religión y psiquiatría, ambas consideran al ser humano una especie de marioneta sin voluntad, ni responsabilidad, cuyas decisiones no dependen de sí mismo sino que son «enfermedades». Yo no lo creo, pienso que el hombre es responsable y sus decisiones son conscientes.

    En mi respuesta en mi blog te he puesto algunos ejemplos, por ejemplo: ¿cómo sería vivir sin poderse mover? ¿O para un hombre vivir sin pene? Es fácil juzgar el suicidio como un acto involuntario cuando se guarda la salud.

    Cuando mi blog termine de vacaciones, si no te importa, me gustaría citarte en una entrada sobre el tema que me ha inspirado este debate.

    ¡Saludos!

  6. Hola Javi, por supuesto que puedes nombrarme, y si necesitas algo no dudes en pedírmelo.

    Te aseguro que te sorprendería la cantidad de acciones diarias que no son tan voluntarias como quisiéramos pensar.

    Por ejemplo, en criminología se utiliza el término «pancriminalismo», que viene a defender que todos somos criminales si se dan las circunstancias adecuadas. ¿Porqué personas normales se dedicaron al saqueo en los grandes apagones de EEUU?

    Pero sobre todo, el considerar el suicidio como una enfermedad nos da la oportunidad de intentar salvar la vida de la persona que desea morir, y en este sentido, no es comparable con la actuación de la religión.

  7. Sigo sin estar de acuerdo Pablo. Bueno estoy de acuerdo en cierto sentido.

    Por ejemplo, me parece muy cierto lo de que todos somos criminales en potencia. Lo noto por ejemplo cuando se critica a Alemania por sus crímenes nazis. Alemania no es diferente de cualquier país, eso podría pasar en cualquier sitio donde se dieran las circunstancias adecuadas.

    Pero sigo sin quitarle al ser humano tu responsabilidad. ¿La gente que participa en los saqueos en los apagones, no lo hace voluntariamente? ¿Una especie de espíritu les posee o algo así? De acuerdo, las circunstancias son las adecuadas pero: ¿qué les empuja? Su propia voluntad.

    En todo caso, me sigue pareciendo lo mismo con el suicidio, ya que es negarle al ser humano su voluntad. Pero yendo un poco al tema de salvar vidas, ¿no es un poco cruel eso? ¿No es cruel salvarle la vida a alguien cuya vida es una constante pesadilla? No se puede vivir en cualquier circunstancia.

    ¡Saludos!

    • Pues sí es algo así como un espíritu: es la presión social. Está demostrado que cuando las personas actúan en grupo (haciendo cualquier cosa) la percepción de responsabilidad disminuye muuuucho. Otro ejemplo:

      Hace unos años, una muchacha síndrome Down fue violada, y torturada hasta la muerte por un grupo de adolescentes. Si lo hubiese hecho uno solo, no habría sido tan cruel, porque al estar en compañía surgen nuevas motivaciones, mayor confianza, se diluye la responsabilidad, y se pueden hacer grandes cosas o cosas tan horribles como las que hicieron estos muchachos. De esta manera, no eran totalmente ellos, no eran totalmente responsables.

      Esto es un tema peliagudo, porque nuestro Estado de Derecho se basa en que somos: 1º personas independientes, 2º personas libres, 3º personas responsables. Sin embargo la experimentación parece indicar en la dirección contraria.

      Y en cuanto al suicidio, la intervención que se hace desde la psicología y la psiquiatría no es únicamente para frustar el intento suicida. Es para que la persona abandone ese estado, es decir, para que desee seguir viviendo. Las religiones prohíben el suicidio, las ciencias de la salud intentan que la vida del enfermo sea mejor.

      Es completamente normal que cada uno tenga su propia visión de un tema tan complejo y que produce tantas emociones encontradas como este, sin embargo, creo que es importante el que se considere una enfermedad, se divulgue y se trate, porque en caso de no funcionar, la posibilidad del suicidio siempre está ahí, pero si funciona, le estamos devolviendo la felicidad y las ganas de vivir a una persona.

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